Pasar mucho tiempo en casa normalmente provoca que nuestro modo de vida se vuelva totalmente sedentario y por tanto tengamos una tendencia a engordar más fácilmente que aquellas personas que, por su trabajo o su dinámica habitual, están todo el día de aquí para allá en plena calle.
Pero no se preocupe, a la hora de adelgazar todo lo que hagamos va a sumar. Y en este sentido, a continuación le proponemos una serie de consejos para perder peso en una semana sin salir de casa, sólo sustituyendo aquellos hábitos que no son saludables por otros más acordes a nuestros propósitos, al mismo tiempo que añadimos pequeños cambios a nuestras rutinas para aprovechar al máximo cada minuto que estamos en nuestro hogar.
6 Consejos Para Perder Peso En Una Semana En Casa
No use el teléfono fijo.
Cuando estamos en casa podemos caer en la tentación de hablar por teléfono a través de nuestra terminal fija, por lo que en la mayoría de los casos, a menos que tengamos mucha prisa, lo haremos sentado (o incluso recostados).
Este va a ser el primer hábito que vamos a cambiar. A partir de ahora usted debe siempre contestar al teléfono desde su móvil, utilizar un dispositivo inalámbrico o bien hacer uso del manos libres.
Lo que vamos a conseguir es que mientras usted conversa pueda seguir trabajando en lo que estuviera haciendo, recogiendo la mesa o preparando la siguiente colada. Y en el caso de que no estuviera haciendo nada, ahora tiene libertad para moverse por su casa y caminar mientras habla. Sólo haciendo esto último usted puede llegar a quemar hasta 70 calorías en media hora de charla.
No vea la tele.
Muchas veces nos ponemos a ver la televisión y las horas se nos pasan volando mientras estamos cómodamente recostados en nuestro sofá. La verdad es que no suena nada mal, pero debemos acostumbrarnos a no estar sentados demasiadas horas al día.
Por lo tanto, apague un rato le tele y encienda la radio. Puede sintonizar su programa de noticias favorito o la emisora musical que más le agrade. Y mientras está entrenid@ de esta manera, es el momento de aprovechar para seguir haciendo sus tareas, regar las plantas, ponerse a planchar o decorar la mesa.
Puede parecer una tontería, pero por ejemplo, regar las plantas equivale a 102 calorías quemadas. Ahora póngase a sumar todos los momentos que puede aprovechar a lo largo del día para no estar sentado sin hacer nada. Como decíamos al principio, todo pequeño gesto que hagamos para perder peso va a sumar.
Beba mucha agua.
Tenga el hábito de beber dos o tres litros de agua al día repartidas en pequeños vasos antes y después de cada comida. Estar hidratados nos va a ayudar a eliminar mejor el exceso de elementos perjudiciales que nuestro organismo genera de manera natural y que nos hacen sentir cansados. El agua nos va a servir también para darnos una sensación de saciedad durante toda la jornada, evitando así la tentación de picar entre horas, al mismo tiempo que facilita nuestros procesos digestivos.
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Mastique cada bocado.
Tragar los alimentos sin masticarlos adecuadamente es una práctica muy negativa para nuestro propósito de perder peso. Por una parte, los alimentos en trozos demasiado grandes van a hacer que nuestra digestión sea mucho más lenta y pesada. Nos vamos a sentir somnolientos y es muy probable que suframos algún tipo de ardor de estómago.
Por otra parte, masticar muy bien en vez de tragar hace que engañemos el hambre, ya que nuestras mandíbulas se cansan antes, por lo que al final vamos a comer menos.
Tome ensalada como primer plato.
Una costumbre muy sana (y que la gente suele emplear muy poco) es sustituir un primer plato muy calórico por una simple ensalada. La sensación de hambre se acumula en nuestro cuerpo durante unos 20 minutos, por lo que pasado este tiempo tendremos la impresión de que estamos llenos.
Si comemos ensalada de primer plato y, como vimos anteriormente, masticamos mucho cada bocado, cuando llegue el alimento principal vamos a estar saciados y posiblemente no tengamos ganas de acabarlo.
Por lo tanto, vamos a introducir en nuestro cuerpo muchas menos calorías a la vez que consumimos nutrientes de mucha calidad. Este consejo debería ser asumido como hábito para todas las personas, independientemente de su situación, ya que es totalmente saludable.
No use el mando a distancia.
¿En serio? Da pereza tan sólo de oírlo. Pero si ahora le decimos que puede perder hasta 200 calorías al día levantándose a cambiar el canal de la tele, entonces todo cobra sentido. A lo largo de este artículo estamos incidiendo en todas esas pequeñas rutinas que hacemos a diario y que ni siquiera pensamos, sino que las llevamos a cabo de manera automática.
Por lo tanto, tenemos que acostumbrarnos a hacer todo manualmente. Encender la tele, cambiar los canales, abrir la puerta del garaje, en definitiva, movernos todo lo que podamos, ya que cada minuto que pasamos sentados es tiempo que estamos perdiendo.
Conclusión.
Muévase durante todo el día aunque no salga de casa. Hacer deporte no es sólo ir al gimnasio un par de horas a la semana, sino que las pequeñas tareas, como pasear al perro o sacar la basura, también nos van a ayudar a adelgazar.
De hecho, en nuestra casa tenemos “aparatos de gimnasia” por todas partes. En este sentido, uno de los mejores ejercicios que podemos hacer es subir las escaleras. Si nos gusta correr, lo recomendado es no mantener siempre el mismo ritmo, sino dar dos o tres pequeños acelerones para hacer que nuestro cardio aumente.
Como acaba de ver, este proceso es muy sencillo, porque se basa en cambiar pequeñas dinámicas, pero a su vez requiere de la fuerza de voluntad necesaria para llevarlo a cabo. Ahora que ya sabe cómo perder peso en una semana en casa es hora de ponerse manos a la obra. ¡No tiene excusas!
