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¿Por qué no bajo de peso?

Tired after workout
La aguja de la balanza no se mueve. Pasan las semanas y el número sigue siendo empecinadamente el mismo. Piensas que lo estás haciendo todo bien, haces ejercicios, comes alimentos saludables y controlas las porciones, hasta dejas tu postre preferido solo para ocasiones especiales. Entonces, ¿por qué no logras bajar esas últimas libritas que tanto te molestan? ¿Será que la genética es más fuerte que tú o es que estás descuidando algún detalle?
Antes de frustrarte y echarle la culpa a tu metabolismo, ten en cuenta que no todas las personas necesitan bajar de peso y no todas tenemos razones aceptables para hacerlo. No olvides que por encima de tu apariencia y los patrones de belleza que te impone la sociedad, lo más importante es tu salud. Si tienes un IMC (Índice de Masa Corporal) adecuado, no corras riesgos innecesarios y aprende a amar tus curvas naturales. Por otra parte, es posible que no estés bajando de peso porque estás aumentando la masa muscular, y los músculos de por sí son más pesados que la grasa, pero sí puedes estar afinándote o rebajando la talla.
Pero si se trata de perder unas libras de más, al final lo único que de verdad da resultado es consumir menos calorías que las que gastas. Considera estos factores que pueden estar saboteando tu propósito de bajar de peso:
• Trabajas sentada todo el día. Aunque hagas ejercicios antes o después del trabajo, estar sedentaria el resto del día impide que quemes la grasa adicional. Tu rutina solamente te está garantizando no aumentar más de peso. Incorpora una caminata a la hora del almuerzo o en cualquier otro momento, y usa cualquier pretexto para caminar.
• El vino. Como buen amante de los antioxidantes, disfrutas de una… o dos copitas de vino con tu comida. Un hábito delicioso e incluso saludable, pero no olvides que cada copa de vino tinto tiene cerca de 100 calorías.
• Falta de agua. Aunque ya has eliminado los refrescos de tu vida, de vez en cuando eliges un jugo con el almuerzo. Evita las calorías de esa azúcar adicional y bebe solo agua.
• Poca intensidad. En el mismo tiempo, aumenta la velocidad o el ritmo de los ejercicios aeróbicos. Incorpora una sesión de ejercicios de fuerza o sube el peso de las repeticiones.
• Pocas horas de sueño. Si no estás durmiendo el tiempo recomendado, se descontrolan las hormonas que regulan cuándo comer y cuándo dejar de comer. Como promedio, se necesitan siete horas y media de sueño cada noche.

La aguja de la balanza no se mueve. Pasan las semanas y el número sigue siendo empecinadamente el mismo. Piensas que lo estás haciendo todo bien, haces ejercicios, comes alimentos saludables y controlas las porciones, hasta dejas tu postre preferido solo para ocasiones especiales. Entonces, ¿por qué no logras bajar esas últimas libritas que tanto te molestan? ¿Será que la genética es más fuerte que tú o es que estás descuidando algún detalle?
Antes de frustrarte y echarle la culpa a tu metabolismo, ten en cuenta que no todas las personas necesitan bajar de peso y no todas tenemos razones aceptables para hacerlo. No olvides que por encima de tu apariencia y los patrones de belleza que te impone la sociedad, lo más importante es tu salud. Si tienes un IMC (Índice de Masa Corporal) adecuado, no corras riesgos innecesarios y aprende a amar tus curvas naturales. Por otra parte, es posible que no estés bajando de peso porque estás aumentando la masa muscular, y los músculos de por sí son más pesados que la grasa, pero sí puedes estar afinándote o rebajando la talla.
Pero si se trata de perder unas libras de más, al final lo único que de verdad da resultado es consumir menos calorías que las que gastas. Considera estos factores que pueden estar saboteando tu propósito de bajar de peso:
• Trabajas sentada todo el día. Aunque hagas ejercicios antes o después del trabajo, estar sedentaria el resto del día impide que quemes la grasa adicional. Tu rutina solamente te está garantizando no aumentar más de peso. Incorpora una caminata a la hora del almuerzo o en cualquier otro momento, y usa cualquier pretexto para caminar.• El vino. Como buen amante de los antioxidantes, disfrutas de una… o dos copitas de vino con tu comida. Un hábito delicioso e incluso saludable, pero no olvides que cada copa de vino tinto tiene cerca de 100 calorías.• Falta de agua. Aunque ya has eliminado los refrescos de tu vida, de vez en cuando eliges un jugo con el almuerzo. Evita las calorías de esa azúcar adicional y bebe solo agua.• Poca intensidad. En el mismo tiempo, aumenta la velocidad o el ritmo de los ejercicios aeróbicos. Incorpora una sesión de ejercicios de fuerza o sube el peso de las repeticiones.• Pocas horas de sueño. Si no estás durmiendo el tiempo recomendado, se descontrolan las hormonas que regulan cuándo comer y cuándo dejar de comer. Como promedio, se necesitan siete horas y media de sueño cada noche.

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