No hay duda de que la actividad física juega un papel importante en la prevención de las enfermedades del corazón. Muchas autoridades en el campo de la salud, como la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), promueven el ejercicio como una forma de ayudar a combatir las enfermedades cardíacas.
La buena noticia es que no tienes que pasarte la vida en un gimnasio para ver los beneficios. Hasta los niveles moderados de actividad física son beneficiosos para el corazón. Esta es una razón fundamental para adoptar y mantener un estilo de vida activo. El ejercicio:
*
Ayuda a prevenir el daño a las arterias coronarias (arterias que llevan la sangre al corazón). El daño en estas arterias puede resultar en enfermadades cardiovasculares.
*
Aumenta las posibilidades de supervivencia entre las personas que ya han sufrido un ataque al corazón y disminuye las posibilidades de que éste ocurra por segunda vez.
*
No sólo fortalece el corazón y los pulmones, sino que también mejora los niveles de colesterol “bueno” (HDL) y aumenta los efectos beneficiosos de una dieta baja en grasa. Seguir un plan de ejercicios ayuda a mantener un peso saludable y disminuye el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades crónicas.
*
Es aún más importante si ya padeces alguna enfermedad o condición crónica, como diabetes con hipertrigliceridemia (niveles elevados de triglicéridos en sangre) o si hay antecedentes de enfermedades cardiovasculares en tu familia.
Quienes llevan una vida sedentaria tienen 30 por ciento mayor riesgo que sus contrapartes más activos de que se obstruyan sus arterias coronarias. Por eso es que vale la pena usar las escaleras en vez del ascensor para subir o bajar unos pocos pisos; estacionarse más lejos para caminar un poco más a la oficina o al supermercado o ir a pie a comprar el periódico.
Para obtener mayores beneficios, es importante que realices tu rutina todos los días. Si estás empezando, puedes hacerlo de 10 a 15 minutos diarios y luego aumentar poco a poco, hasta llegar a 30 minutos por sesión. Cuánto ejercicio realizar dependerá de tu condición física. Recomendamos a toda persona mayor de 35 años que se haga una evaluación médica antes de iniciar un régimen de ejercicios.
El ejercicio no sólo te ayudará a sentirte mejor físicamente, sino también a controlar los niveles de estrés propios de la vida moderna, a reducir la ansiedad, aliviar la depresión y aumentar significativamente la sensación de bienestar.