Independientemente de la zona del cuerpo donde se acumule la grasa, el ejercicio aeróbico es muy efectivo para reducirla, si bien deberemos combinarlo con otros según los resultados que queramos obtener
Cada persona tiene más o menos grasa en diferentes partes del cuerpo.
Si bien esto puede deberse a la genética o incluso al sexo (por ejemplo, a las mujeres se le acumula en las caderas y a los hombres, en el vientre) también nuestros hábitos o lo que comemos pueden estar modificando la forma del cuerpo.
En este artículo te contaremos a qué se debe el sector donde tienes más grasa.
¿Por qué se acumula la grasa?
Cada zona del cuerpo almacena la grasa de una manera distinta.
Cuando se sube de peso ocurren dos mecanismos diferentes: por un lado, de la cadera hacia abajo aumenta la cantidad de las células de grasa y, por el otro, de la cintura para arriba lo que incrementa es el tamaño de las células de grasa.
Esto tiene, sin dudas, un impacto diferente en cada región.
La grasa es la manera que tiene el cuerpo para guardar energía, pero no toda se “guarda” en el mismo lugar. Hay tres tipos:
Grasa subcutánea
Es la que está más cerca de la piel y la que primero se pierde al hacer ejercicio. La genética y las hormonas tienen mucho que ver para que esta grasa se aloje en una zona y no en otra.
Grasa visceral
Grasa visceral
Está más interiorizada en el cuerpo y se acumula alrededor de los órganos. Por supuesto que supone un peligro cuando la cantidad es excesiva.
Generalmente el exceso de la grasa visceral está precedido de un exceso de grasa subcutánea. Por ello se recomienda no tener un vientre muy prominente.
Grasa intramuscular
Se mantiene entre las fibras musculares, aunque esto casi ni ocurre en comparación con los otros dos tipos. Aparece en las personas con mucho sobrepeso y obesidad y puede causar una resistencia a la insulina, principal causa de la diabetes.
4 zonas de acumulación de grasas
El cuerpo está gobernado por las hormonas. Según sus niveles pueden ayudar a tu salud o todo lo contrario. La cantidad determina tu estado de ánimo, la forma de tu cuerpo, la energía que tienes, etc.
Hay estudios que han demostrado que estas pueden determinar en qué lugar se depositará la grasa. Presta atención a los desequilibrios hormonales más frecuentes y sus consecuencias para la forma del cuerpo:
Grasa en pecho y brazos: testosterona
Cuando esta hormona está por debajo de lo normal se nota en unos bíceps más gordos y pecho “inflado”, pero no precisamente por el ejercicio y la musculación. Otra de las hormonas masculinas que provocan esto son los andrógenos.
La solución es comer grasas saludables no hidrogenadas, vitamina B y proteínas, además de realizar ejercicios de pesas y fuerza.
Grasa en hombros y caderas: insulina
Grasa en hombros y caderas Insulina
Los desequilibrios de esta hormona en la sangre causa acumulación de azúcares que posteriormente se convierten en grasa. Es la típica gordura de aquellos que aman los dulces.
La solución es reducir el consumo de postres, golosinas e hidratos de carbono de alto índice glucémico.
Grasa en abdomen: cortisol
También conocida como “la hormona del estrés”, es la culpable de que se acumule la grasa en el vientre, tanto en las mujeres como en los hombres. Es preciso llevar una vida más relajada, reducir la ingesta de azúcar y aumentar las vitaminas B5 y C.
Grasa en caderas: estrógenos
Son las hormonas femeninas y por ello determinan que las mujeres acumulen grasa en los muslos y las caderas (lo que se conoce como “cuerpo de pera”).
El metabolismo es el responsable de que haya muchos estrógenos, y el hígado debería eliminarlos. Para ello come brócoli y alimentos con ácido fólico y vitaminas B6 y B12.
Ejercicios para cada cuerpo
En este caso hablaremos de 5 perfiles que acumulan la grasa en una zona diferente.
1. Delgado con vientre abultado
Delgado con vientre abultado
Este tipo de silueta aparece cuando se come por ansiedad, se está siempre nervioso y aunque se haga dieta no se baja la panza. La acumulación de la grasa en esta área puede llevar a padecer enfermedades cardio-metabólicas como la hipertensión o la diabetes.
Los mejores ejercicios en este caso son:
Aeróbicos moderados, entre 3 y 4 veces a la semana
Abdominales
Posturales
Yoga o meditación
2. En forma de campana o de pera
Cuando el tronco es pequeño en relación a las caderas, cuesta mucho adelgazar y se acumula grasa en los muslos, piernas y caderas.
Es el de un gran porcentaje de mujeres y eso tiene una respuesta biológica y evolutiva: deja listo al organismo para el embarazo.
Esta morfología es más vulnerable a la celulitis y la retención de líquidos. La buena noticia es que las posibilidades de sufrir problemas cardíacos o metabólicos son menores.
Los ejercicios recomendados son:
Aeróbicos
Deportes de resistencia (spinning, natación, ciclismo)
Danza
Yoga
Taichí